Autores invitados: LUIS GARCÍA JAMBRINA (
La sombra de otro), ANA MORILLA y CAROLINA MOLINA (
Cervantes tiene quien le escriba. Antología de cuentos).
Cronista de Madrid: EDUARDO VALERO. Presencia de Cervantes en Madrid (estatuas, plazas y restos mortales)
CONTENIDO: Presencia de Cervantes en Madrid: Resumen de la vida de Cervantes – Cervantes de regreso a Madrid – El monumento a Cervantes: Historia de un fiasco.
Mañana lluviosa la de aquel 7 de mayo de 2016 en el que desde la Casa del Lector se rindió homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra. La ocasión era perfecta al coincidir con el IV Centenario de su fallecimiento, pero no fue ese el único motivo; el príncipe de los ingenios merecía unas palabras de los escritores que de él se han nutrido y en él se han inspirado.
Las disertaciones de Luis García Jambrina, Ana Morilla y Carolina Molina se centraron en la personalidad de Cervantes, sus rivalidades con Lope de Vega, sus fracasos en vida y su indiscutible éxito después de muerto.
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David Yagüe, Luis García Jambrina, Ana Morilla, Olalla García, Carolina Molina,
Víctor Fernández Correas y Eduardo Valero.
Fotografía: © Víctor Fernández Correas
© Primeras Jornadas Madrileñas de Novela Histórica 2016 |
Presencia de Cervantes en Madrid
Madrid fue su cuna y último refugio; Capital del reino donde vivió entre
dos siglos, bajo los caprichos de un monarca prudente, primero, y otro
piadoso, después. Fueron estos Felipe II y Felipe III, quienes-cada uno
a su debido tiempo-, propiciaron no pocas desventuras para el hidalgo
Miguel.
En la última etapa de su vida, Cervantes se afincará definitivamente en Madrid; villa y corte más o menos similar a la cartografiada por Texeira en 1656.
Eduardo Valero hizo un breve resumen sobre los domicilios madrileños de Cervantes, centrando su interés en aquellos lugares donde está presente su imagen en placas, lápidas y monumentos.
Como es lógico, sendas placas pueden verse en el convento de las Trinitarias, sobre la calle de Huertas y en la fachada del templo (Calle de Lope de Vega; antes de Cantarranas).
Otra en la casa que fue última morada del escritor, en la calle de Cervantes (antigua de Francos). Si bien esa vivienda no es la original, pues tan histórico espacio fue derribado en 1833, tampoco lo es su entrada, que estaba sobre la calle del León.
Sobre la calle de Atocha, donde estuvo la imprenta de Juan de la Cuesta, se colcaba en 1905 una lápida conmemorativa del centenario del Quijote, en cuyo lugar se hizo la edición príncipe de la primera parte.
Más tarde, en 1915, se coloca otra en la calle de San Eugenio, nuevo taller de la imprenta de Juan de la Cuesta, donde se hizo la edición príncipe de la segunda parte del Quijote.
También se recuerda al Cervantes joven en la calle de la Villa, donde estuvo el Estudio Público de Humanidades de la Villa de Madrid, dirigido por el maestro Juan López de Hoyos, del que don Miguel fue discípulo.
La Biblioteca Nacional de España, con una estatua en la escalinata; y el Ateneo de Madrid, con un medallón en su fachada, rinde honor a las letras y, a su vez, al genio de la lengua castellana.
Dos monumentos principales engalanan dos plazas importantes de la Villa.
Por orden cronológico, el monumento erigido en la Plaza de las Cortes en 1835, con una novísima Isabel II reinando en España y sus Colonias.
Muestra del poco respeto o interés hacia la figura de Cervantes es la siguiente fotografía, en la que un urinario presta sus servicios a escasos metros de tan insigne persona.
Después, en el siglo XX, el de la Plaza de España, proyectado en 1915 por deseo de Alfonso XIII y acabado en 1961 por petición de Francisco Franco. De este monumento hablamos al final del artículo.
Resumen de la vida de Cervantes
El siguiente resumen cronología está basado en el realizada por Jean Canavaggio para el Instituto Cervantes en el estudio pormenorizado sobre Don Quijote de la Mancha.
Se dice que Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1547 y bautizado el 9 de octubre en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor de aquella localidad.
Según el Archivo de Protocolos de Madrid, será en 1566 cuando se traslade a la Villa y Corte junto a su familia.
Y en ese Madrid de Felipe II escribirá en 1567 su primera obra conocida: “
Serenísima reina, en quien se halla”, soneto a la reina Isabel de Valois con motivo del nacimiento de la infanta Catalina Micaela.
Aquellos versos que con veinte años había escrito se desvanecen al fallecer la soberana de la Paz un año después, el 3 de octubre de 1568. En ese año el joven Miguel era discípulo de Juan López de Hoyos en el Estudio de la Villa. Así lo afirma el propio López de Hoyos en “
Hystoria y relaciō verdadera de la enfermedad felicissimo transito y sumptuosas exequias funebres de la Serenissima Reyna de España doña Isabel de Valoys…” (1569), al referirse a Cervantes como “
charo y amado diʃcipulo”.
En 1569 llega el primer revés. Una Providencia de Felipe II de 15 de septiembre ordena “
que un alguacil vaya a prender a Miguel de Cervantes”, acusado de herir en duelo a Antonio de Sigura.
A Miguel le esperaba un castigo propio de la época: amputación de la mano derecha, humillación pública y destierro por diez años. Entonces el joven escritor, alejándose de ese destino, huirá a Roma y allí será camarero del cardenal Julio Acquaviva.
Al poco dejará al cardenal para alistarse como soldado en la compañía de Diego de Urbina, y el 7 de octubre de 1571 participará en la batalla de Lepanto a bordo de la galera Marquesa, con fatales consecuencias. Miguel recibe dos arcabuzazos en el pecho y otro en la mano izquierda, que la deja destrozada.
“Cuando se reconosció el armada del Turco, en la dicha batalla naval, el dicho Miguel de Cervantes estaba malo y con calentura, y el dicho capitán... y otros muchos amigos suyos le dijeron que, pues estaba enfermo y con calentura, que estuviese quedo abajo en la cámara de la galera; y el dicho Miguel de Cervantes respondió que qué dirían de él, y que no hacía lo que debía, y que más quería morir peleando por Dios y por su rey, que no meterse so cubierta, y que con su salud... Y peleó como valente soldado con los dichos turcos en la dicha batalla en el lugar del esquife, como su capitán lo mandó y le dio orden, con otros soldados. Y acabada la batalla, como el señor don Juan supo y entendió cuán bien lo había hecho y peleado el dicho Miguel de Cervantes, le acrescentó y le dio cuatro ducados más de su paga... De la dicha batalla naval salió herido de dos arcabuzazos en el pecho y en una mano, de que quedó estropeado de la dicha mano.” [«Información pedida por Rodrigo de Cervantes de los servicios de su hijo Miguel.» Declaración del alférez Mateo de Santisteban. Ed. de Pedro Torres Lanzas, Madrid, José Esteban, 1981, p. 29.]
Hombre recio y valeroso, en 1572, a pesar de las heridas, participará en la campaña naval de Juan de Austria en Corfú y Modón.
En 1573 se encuentra acuartelado en Nápoles como “
soldado aventajado” en la compañía de Manuel Ponce de León.
En 1574 forma parte en la expedición de Juan de Austria contra Túnez.
Un año más tarde, el 7 de septiembre de 1575, se embarca en la galera Sol para regresar a España, pero el día 26 es hecho prisionero por los corsarios berberiscos en las costas de Cataluña y llevado a Argel. Desde entonces, y hasta 1579, intentará escapar en cuatro ocasiones pero con nefastas consecuencias.
Aquellas experiencias vividas en Argel las plasmará Cervantes en sus comedias “
Los tratos de Argel”, “
Los baños de Argel” y en los capítulos de la primera parte del Quijote que hablan de la “
historia del Cautivo”.
Por fin el 19 de septiembre 1580 será rescatado por los padres trinitarios, mediando el pago de 500 escudos. El día 24 de octubre regresa a España y a finales de ese año ya se encuentra en Madrid.
En 1581 viaja a Portugal, donde Felipe II le encomienda una misión a Orán por sus conocimientos sobre costumbres y cultura del norte de África.
Desde ese año y aproximadamente hasta 1587 compone varias comedias “
que se vieron en los teatros de Madrid representar Los tratos de Argel, que yo compuse, La destruición de Numancia y La batalla naval…”. [Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, Prólogo al lector, en Schevill y Bonilla, Comedias y entremeses, I, p. 7.]
En 1582 escribe “
La Galatea”, obra que será aprobada en Madrid el 1 de febrero de 1584 por Lucas Gracián Dantisco y publicada en Alcalá de Henares en 1585.
A finales de 1584, el 12 de diciembre, contraerá matrimonio con Catalina de Palacios Salazar Vozmediano en la toledana iglesia parroquial de Esquivias.
El 5 de marzo de 1585 vende por cuarenta ducados a Gaspar de Porres dos comedias: “
La confusa” y “
El trato de Constantinopla y muerte de Celín”. [
Ver documento]
El 13 de junio muere en Madrid su padre, Rodrigo de Cervantes.
En 1587 Cervantes es comisario de provisiones de la Armada Invencible, atestiguando su presencia en Écija en septiembre. Estas comisiones traerán algunas desavenencias; así, en octubre, será excomulgado por el vicario general de Sevilla al haber embargado el trigo de unos canónigos de Écija.
En febrero de 1608, Cervantes dice estar domiciliado en el barrio de Atocha, detrás del Hospital de Antón Martín. Hasta entonces, y desde 1587, andará por tierras andaluzas, toledanas y vallisoletanas.
Y será en Valladolid, en 1604, donde se le de licencia para imprimir El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
En 1605, el 12 de abril, Cervantes otorgará poder al librero Francisco de Robles para imprimir y vender el Quijote en los reinos de Portugal, Aragón, Valencia y Cataluña.
Cervantes de regreso a Madrid
En poco tiempo Cervantes tendrá distintos domicilios en la Villa y Corte. Como hemos dicho, en febrero de 1608 estará domiciliado en Madrid, en el barrio de Atocha.
En el Libro de inscripciones de la Orden Tercera de San Francisco, del 1 de junio de 1608 al 27 de diciembre de 1617, se dice que había vivido “
en la calle de la Magdalena, a espaldas de la duquesa de Pastrana” (Calle de Atocha).
Curiosamente, en 1609 su domicilio estará en la calle del duque de Alba, cerca del Colegio Imperial de San Isidro. Más tarde, a mediados de este año, vivirá en una casa situada detrás del Convento de Loreto, frente a la actual plaza de Matute.
En octubre se le ubica otra vez en la calle de la Magdalena, pero en una casa distinta, a espaldas del monasterio de la Merced.
En 1610 figura como propietario de una casa en la Red de San Luis (Montera), donde vivió su hija natural, Isabel de Saavedra.
El 27 de junio de ese año parece que Cervantes vive con su esposa, Catalina de Salazar, en la calle del León.
En abril de 1611 parece estar domiciliado en una casa de la calle Huertas, detrás del cementerio de San Sebastián.
El 20 de septiembre de 1612, aprueba Salas Barbadillo las Novelas ejemplares.
El 22 de noviembre, se le concede licencia para poder imprimir y vender las
Novelas ejemplares.
El 9 de septiembre de 1913 Cervantes firmará la cesión y venta de privilegios de impresión de esta obra a favor de Francisco de Robles, impresor del rey. [
Ver documento]
Y viviendo en esa casa de la calle Huertas, en septiembre de 1614 se publica el Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, atribuido a Alonso Fernández de Avellaneda.
El 18 de octubre, se concede a Cervantes privilegio para poder imprimir y vender el
Viaje del Parnaso.
El 30 de marzo de 1615, se da licencia a Cervantes para poder imprimir y vender la Segunda parte del Quijote.
El 25 de julio, se le da licencia para imprimir las
Ocho comedias y entremeses.
Para entonces las obras de Cervantes gozaban de gran fama en Francia, mientras que en Madrid era criticado y poco valorado. Ni hablar de sus desavenencias con Lope de Vega.
Llega el 22 de abril de 1616 y un Cervantes enfermo, afectado por cirrosis hepática y diabetes, muere en la calle del León, esquina a la de los Francos, en la casa donde posiblemente se había mudado el año anterior.
Al día siguiente será enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas, donde permanecerá per saecula saeculorum.
Como comentamos antes, en 1615 las obras de Cervantes gozaban de fama en Francia, y debemos agregar que también en Inglaterra. Sin embargo, en España se recuperará el interés por la obra cervantina en los últimos cinco lustros del siglo XVIII. Y ese interés será mayor por el Quijote que por su autor.
Dicho todo esto en recuerdo del príncipe de los ingenios, pasamos al tema anunciado más arriba sobre el monumento de la Plaza de España.
Juzgue el lector hasta que punto fue ensombrecida cualquier conmemoración o tributo a Cervantes.
Monumento de la Plaza de España
Doscientos ochenta y nueve años después del fallecimiento de Cervantes, con motivo del III Centenario del Quijote, en 1905 surgió la idea de erigir un grandioso monumento a la memoria de su creador; idea que contemplaba el inicio de una subscripción “internacional”. De simples buenas intenciones, aquello pasó a tema de Estado. Tal es así que, en Real Orden de 8 de mayo, el rey mandaba hacerlo y abría suscripción y concurso para la realización de proyectos entre los escultores españoles.
Los acontecimientos que siguieron a la Real Orden son detallados en un extenso trabajo que pueden conocer a través de los siguientes enlaces.
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